Cómo hacer kéfir en casa: ¡un alimento probiótico que ayuda a mejorar la digestión!

¿Sabes lo que es el kéfir?

Por desgracia, mucha gente aún no lo sabe y nunca ha probado esta extraordinaria bebida.

El kéfir es un probiótico producido por la fermentación de la leche.

Tiene un aspecto similar al yogur, pero su valor nutricional y terapéutico es muy superior.

Es originaria de las montañas del Cáucaso, donde fue descubierta y se elabora desde hace siglos.

La palabra kéfir deriva del turco keif, que puede traducirse necesariamente por buen rollo o sentirse bien.

El kéfir contiene levaduras beneficiosas, como Saccharomyces kefir y Torula kefir, que eliminan las levaduras patógenas (nocivas) del organismo.

El kéfir puede elaborarse con cualquier tipo de leche (vaca, cabra u oveja, soja, coco o arroz).

También existe el kéfir de agua, cuyos granos son diferentes de los del kéfir de leche.

La bebida puede prepararse en casa añadiendo granos de kéfir a la leche.

El líquido fermenta en aproximadamente 24 horas a una temperatura de 18-30ºC.

Tras este periodo, se cuela la leche y se añaden los granos de kéfir a otra leche, de forma cíclica durante un periodo de tiempo indefinido.

Los beneficios de consumir kéfir son numerosos, pero los principales son:

- Aumenta el valor biológico de las proteínas de la leche

- Sintetiza el ácido láctico, que reduce la intolerancia a la lactosa y favorece la digestibilidad de la leche incluso en personas sensibles a la leche de vaca.

- Sintetiza las vitaminas B

- Aumenta la resistencia a las infecciones

- Refuerza el sistema inmunitario (ya se ha utilizado con éxito para ayudar a enfermos de sida, cáncer y herpes)

- Calma el sistema nervioso y, por lo tanto, beneficia a muchas personas que sufren depresión, trastornos del sueño y otros problemas.

- Restaura y equilibra la flora intestinal: elimina las bacterias y levaduras nocivas de los intestinos y aumenta la población bacteriana beneficiosa y protectora.

- Regula la flora intestinal, puede utilizarse tanto en casos de estreñimiento como de diarrea; reduce las flatulencias y, en general, mejora todo el sistema digestivo.

- Reduce el colesterol malo

El efecto "depurativo" que ejerce el kéfir sobre todo el organismo contribuye a establecer el equilibrio del ecosistema interno, lo que permite gozar de una salud óptima y aumentar la longevidad.

Cómo producir kéfir

 

 

En primer lugar, hay que conseguir las semillas.

Estas semillas suelen donarse.

Busca en Google y encontrarás gente que hace donaciones.

En Facebook hay una página de fans donde la gente intercambia información sobre la donación de semillas de kéfir.

Aquí está la dirección: https://www.facebook.com/KEFIR.alimento.probiotico

Otra opción es ésta: http://www.kefir.50webs.org/obter_graos.htm

Una vez que tengas las semillas, puedes preparar el kéfir.

Se puede hacer kéfir con leche de vaca, leche de coco, agua...

Su preferencia.

Pero necesitas kéfir específico para cada una de estas opciones.

En otras palabras, no se debe hacer kéfir de agua con los granos utilizados para hacer kéfir de leche de vaca.

¿Entendido?

Así que ahora aprenda a producir el kéfir más común, el kéfir de leche de vaca:

INGREDIENTES

1 ó 2 cucharadas soperas de granos de kéfir

Recipiente no metálico con tapa y espacio suficiente para contener la leche (aproximadamente 1/4)

1 recipiente no metálico de boca ancha para colar y conservar el kéfir

1 ó 2 vasos de leche fresca (puede ser entera, desnatada, semidesnatada, pasteurizada, homogeneizada o fresca de vaca o de cabra.

CÓMO PREPARARSE

Coloca los granos de kéfir y la leche en el recipiente no metálico (asegúrate de no llenarlo más de 3/4 partes).

Tapar el recipiente (puede ser una tapa suelta o hermética) y dejarlo a temperatura ambiente durante aproximadamente 24 horas o hasta que la leche cuaje o se forme suero (kéfirarida).

Colócalo en un armario donde no le dé la luz directa del sol.

Si es posible, agite el recipiente de vez en cuando (una vez cada dos horas) para asegurarse de que los granos estén siempre en contacto con la leche.

Vierta el contenido en un colador no metálico y cuele el kéfir en un recipiente no metálico.

Lo que has colado es kéfir listo para comer.

La bebida fermentada puede conservarse en el frigorífico, pero las judías no.

Así que lava el recipiente donde estaban fermentando las alubias y repite el proceso, añadiendo más leche fresca a las alubias (cuidado: si utilizas agua caliente para lavar el recipiente, espera a que se enfríe antes de verter las alubias en él).

El kéfir debe consumirse cada mañana y cada noche.

Puede sustituir una comida, ya que es muy nutritivo.

Ah, si tienes granos de kéfir, háznoslo saber en los comentarios de este post en Facebook.

 

Fuente

Wilian Alencar:
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