La curiosidad mató a un gato
Dice el proverbio. Solo que En este caso nadie murió. Ni el gato ni el niño. Ahora, los niños son realmente curiosos y Quizás este chico nunca antes había visto un vestido de novia. “¿Por qué tanta tela?” El joven podría haber pensado.
Y mientras los demás invitados miran a cámara, nos convencemos de que el tema de la foto no era el niño travieso, sino cómo nos trataba con esa actitud tan curiosa pero hilarante, a disfrutarlo, ¿no?